domingo, 11 de diciembre de 2011

Preferencias musicales



En eso de los gustos musicales inciden diversos factores, hoy voy escribirles de los míos, de mis influencias. Volviendo hacia atrás en el tiempo recuerdo en el tocadiscos de la casa, que mi padre escuchaba muchos boleros, entonces en aquella época sonaba Lucho Gatica, Chucho Avellanet, La Lupe, entre tantos otros. Eso lo escuchaba cuando era un niño, un tiempo después con mi hermano mayor supe de la existencia de Silvio, de Milanés, Los Guaraguos, exponentes junto a otros artistas de la llamada canción comprometida.

A mi memoria viene un debate que sostuvimos los muchachos en casa de Luisa en torno a una canción de Milanés, cada quien daba su opinión en un ambiente de distensión.

En la calle Primera del sector Libertador de Herrera, vivía en Edwin Núñez, mi primer y único profesor del idioma inglés, allí recuerdo haber escuchado verdaderos clásicos, que todavía de vez en cuando escucho por su calidad y también por la nostalgia, All We Are in dust in the wind, Stand By Me, It’s now or Never, Piano Man, I’m gonna miss you y paro de contar. A través de Edwin conocí a La Voz, y hace un ratito tuve que a acudir a él con la hermosa cancion All The Way, Sinatra cada día se escucha mejor.

Y así en compañía de otros amigos uno va recibiendo más influencias, más canciones, Angelo, quien ahora es mi compadre, era loco y sigue siéndolo con las canciones románticas y en su hogar de la respaldo 8, Camilo Sesto tenía la supremacía.

A finales de los ochenta la salsa y el merengue contaban con  un gran mercado y excelentes exponentes, Rubén Blades, Héctor Lavoe, Cheo Feliciano, Franklin Ruiz, Ismael Rivera, comandaban a los salseros, a veces es atrevido mencionar nombres porque siempre habrá grandes ausencias, porque son decenas de exquisitos salseros, en el merengue fue una época dorada, y ahí también el asunto es complicado al nombrar algunos, para mi y otros muchachos como Amauris, nuestro merenguero predilecto, lo fue Ramón Orlando, Cabecita Loca, El silencio tu y yo, Cúrame, Un día más, Gotas de Penas, De que me sirvió quererte, y una larga lista de buenos merengues, Dionis Fernández, Fernandito, Los Hermanos Rosarios, El Zafiro, Alex Bueno, Jhonny Ventura, La Orquesta Joven, Sergio Vargas, Rasputin, Ray Polanco, Bonny Cepeda, Jerry Legrand, son solo algunos merengueros de esa época. Hubo una navidad que la cancion Volveré, interpretada por Rubby Pérez se hizo dueña de la radio, y sonaba por todos los lados.

El tiempo transcurre y uno va escuchando racimos de canciones, y recuerdo cuando llega Luis Miguel, de la mano de Manzanero y lanzó su álbum Romance, el éxito no se hizo esperar, El Sol de México conquistaba con su gran voz y bellas composiciones a millones en el mundo, en el Pequeño Haití le compré un CD de Luis Miguel a mi amigo-hermano Bernard, que creo todavía conserva.

En esos de los gustos inciden, las influencias, la capacidad y necesidad que uno tenga para escuchar diversos estilos musicales, y hay quienes tienen cantantes y canciones esenciales, también cada cultura tiene sus símbolos, claro la globalización permite compartir lo que cada quien consume.

El tema es amplio, y de pronto llegamos a la bachata, mirando al pasado en específico al principio de los noventa del siglo pasado, recuerdo que cuando Bernard y yo íbamos algún lugar a degustar unos tragos, se colocaban pocas bachatas, ahora es todo lo contrario y los motivos son diversos, uno de ellos es que su lírica mejoró, y no es que sus letras tengan que ser tipo Sabina o Silvio, es otra  su realidad, lo importante es los bachateros han mejorado en la calidad de sus composiciones, en mi caso no tengo esa referencia directa a la bachata, más bien a mi encanta el baile, y eso que inútilmente mi compañera ha tratado de enseñarme a dar unos pasitos, pero mis piernas no me responden y me enredo. Ella dice que tengo escasa disposición de aprender a bailar.

Pienso que la música se disfruta, que cada ritmo tiene algo bueno, imaginar una fiesta dominicana sin una bachata, sin un merengue, es algo absurdo.

En otra ocasión continuaré con el tema.