domingo, 12 de junio de 2011

La vida después de..



Ellos consiguieron estar en la cúspide, la fama era algo familiar en sus vidas, sus caras aparecían en las principales portadas de las revistas, y sus teléfonos no paraban de sonar, eran requeridos constantemente, todos deseaban saber de sus grandes hazañas.

Un tiempo después, empezaron los escrutinios, los olfateos, los cuestionamientos, y ahí mismo fueron cayendo altares, deportistas que gozaban de respeto y prestigio, la desgracia le llegó sin avisarles. No es nada simple el cambio drástico que se dio en ellos, de la alabanza y los aplausos, al desprecio y el olvido.

Caramba, esa gran diva de la velocidad que mostró su fiereza en aquellos Juegos Olímpicos de Sidney 2000, en lo que conquistó 5 medallas, tres de oro y 2 de bronce, confesaría años después que usó sustancias prohibidas en dichas competencias, las preseas ganadas le fueron retiradas, así Marion Jones pasó de la fama al abismo, a la soledad.

Un montón de deportistas de diferentes disciplinas han tenido que buscar el auxilio de sustancias para mejorar su rendimiento, es penoso  por ejemplo como un jugador de la categoría de Roger Clemens, con esas estadísticas súper impresionantes, en el béisbol, ganador de 7 premios Cy Young, y con casi 5 mil bateadores ponchados, verlo en el retiro con la mancha azarosa del consumo de los esteroides.


La lista es larga, de esas figuras que grabaron sus nombres con letras doradas en los libros deportivos, que no había adjetivos para calificar sus grandezas, que eran parte de una élite, que los cronistas fascinados los tuteaban con los dioses.


Hay una enorme presión en las figuras deportivas, se busca que consigan y rompan récords, que ponga al público a delirar, que hagan de todo por sobresalir, en fin que triunfen, que se distingan de los mortales, después de la tragedia hay que reescribir los hechos, agregándose nuevos elementos nada agradables para sus protagonistas.


Imagino que su cotidianidad es dolorosa, sin los flashes, sin los vítores, nadie ya los llama para que hablen de lo que fueron sus logros, no son paradigmas, cuando mencionan sus nombres ya no merecen el cariño y el respeto que una vez tuvieron. Amarga realidad la que viven.

  



sábado, 11 de junio de 2011

Las denigrantes redadas

Todavía persisten las redadas policiales en gran parte de los barrios marginados, es una práctica ilegal, que se realiza desde hace un buen tiempo, y que violenta la dignidad de las personas, algo tan simple y humano como es caminar o compartir en algún lugar público, es impedido cuando unos policías llegan y  se llevan detenidos a quien le parezca a pernoctar en algún destacamento sucio y maloliente.

Los casos de abuso e irrespeto que se cometen contra ciudadanos en dichos apresamientos, son para escribir varios libros o realizar decenas de películas, no importa lo que diga la constitución, las redadas se producen, son normales, claro, siempre y cuando no se le ocurra a un genio, hacerlas en Naco o en Piantini.

Me contaba un joven que fue detenido, que antes de llevarlo a un recinto policial, lo montaron en un camión y le dieron un tour por las principales calles de Herrera, luego lo depositaron en los Alcarrizos, además de que lo apresan por nada, lo extravían del barrio que reside, son situaciones odiosas que  forman ya parte de la cotidianidad de los sectores marginados.

Es más, el tema no está en la agenda de los políticos, ni siquiera se refieren a ellos, total, todos hacen lo mismo, antes el que estaba la oposición, las criticaba, parece que se quedaron sin palabras y se mantienen entretenidos en otros asuntos.

Y que no me venga con el infeliz cuento de que hay combatir el auge de la delicuencia, si ellos bien saben que esa no es la forma, han hecho no sé que cantidad de seminarios y encuentros, y de ninguno ha salido que realizando ilegales redadas se disminuye los niveles de criminalidad y violencia. Por ahí en un lugar se ventila un juicio, en el banquillo no están los jóvenes de  Herrera, Capotillo, Gualey.

Las redadas continuarán en apogeo, los que nos han gobernado las ven con buenos ojos, y por tanto ellas estarán presentes. En el horizonte local, no se vislumbra un Chapulín preocupado por que se respete algo tan simple como circular con libertad, no se percibe ese alguien o ese colectivo que vaya a producir un cambio.