domingo, 9 de septiembre de 2012

En el comedor de Nena


 En el comedor de Nena, un joven de 32 años, dice apesadumbrado, que él tiene mala su suerte, que si será brujería que le echaron, y va contando sus penas en cada cucharada de arroz con pollo guisado que se lleva a la boca. En frente un amigo no se contiene, sé su propósito, le hago señas para se calle, no me hace caso y empieza a decirle, mala suerte, usted lo que tiene es buenísima suerte, su problema es el maldito casino, cada vez que consigue algo se va a jugar.

Mala suerte, perdió el minibús y el carro, ahora quiere vender la casa, para irse a jugarlo, usted lo que está es de siquiatra, maldito loco, nuestro amigo ludópata se defiende, trata de justificar que en verdad tiene mala suerte, que le hicieron un trabajo, y que por eso no levanta a cabeza, entonces intervengo entre los dos y logró que cambiemos de tema.

Llegamos al diputado preso, otros se integran al tema, se habla de los atributos de las menores, de la condición perruna del hombre, del si ella quiere y yo quiero, se trata en alguna forma de justificar al agresor, eso interviene un señor y dice que a las menores hay que dejarlas crecer, que vayan a su escuela, que quemen sus etapas, indica el expositor que el ella quiere, es muy subjetivo, que un mayor de edad, tiene miles de formas de manipular a un niña, cree aquello de la condición de perro, pero señala que hay que controlarse, y enfocarse siempre en una adulta, que si es experimentada mucho mejor, y no hay que dar explicaciones, ni decir que me trataron de chantajear, o tratar de convencer a Martín Montilla para que vaya al Palacio de Justicia en nuestro auxilio.

Mientras el tema sigue, el legislador de Santiago Rodríguez, residirá unos meses en la casa menos deseada.


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