No tengo la costumbre de usarlas, sin embargo su
uso es muy extendido entre empresarios, ministros,
gerentes, profesores universitarios, en fin que tienen
ellas, una gran popularidad y muchos no salen sin una
de esas prendas.
Y si en estos años, no las he utilizado y he prescindido
de su uso, ahora tengo más razones para ni por asomo
llevarlas conmigo.
Cuenta que un acto de mucho entusiasmo, dos políticos
con tremenda sonrisas rubricaron un pacto, que algún
periodista bautizó ''El pacto de las corbatas azules.
Todo pasó tan rápido, y uno de esos políticos no sabía
que caía en una trampa, cuando firmó aquello, y hace
dos semanas, un resultado adverso le sacude, y supongo
los dolores de cabeza que tiene.
Tenía un dominio pleno de su partido, y sus caminos
a convertirse en candidato presidencial no tenían mayores
dificultades..
Nada que hacer, cuando él mismo trazó su propio destino.
y se veía contento con aquella firma..
Por mi parte seguiré sin usar corbatas y mucho menos
las azules
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