Ylving Portorreal |
A principios de los años noventa del pasado siglo, en la avenida
Mella, el punto de encuentro para decenas de fotógrafos y
seguidores de la fotografía, era Polanco Color.
Todavía los películas fotográficas tenian un consumo masivo,
nada de cámaras digitales, ni de memorias, entonces el sitio
indicado era donde Polanco, desde que se abría la puerta
uno se encontraba con el saludo afable de Ylving, una cámara,
un flash, un esclava, habia que hablar con Ylving Portorreal.
Portorreal no era un un simple vendedor, él trataba de buscar que
el cliente quedará complacido, se preocupaba por ofrecer un
buen servicio, además era y es una persona polifacética, y
podía entablar una conversacion de politica, farandula y
por supuesto de deportes, él encendía con su retórica aquel
local, y hasta los tímidos tenían que opinar de los temas que
el hábilmente propiciaba.
Era un tiempo mas romántico, las ciudades han ido creciendo
y hay laboratorios fotográficos por doquier, y los amigos se
dispersan, buscan el lugar que le resulte más adecuado.
Ya Ylving no es aquel muchacho delgado, la era digital no
lo tomó desprevenido, él ha continuando ofreciendo sus
servicios desde Imágenes Fotográficas, quienes son los
distribuidores exclusivos de la marca Nikon, en el país.
Sé que cientos de fotógrafos, estudiantes y personas ligadas
a los quehaceres fotográficos, el nombre de Ylving es de
muy grata recordación, su buen trato, su personalidad
sin poses, directa y sencilla perduran y lo convierten en
una figura emblemática para los amantes de las imágenes
y las luces.
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